Juan 17:19 y Efesios 5:1-5 - Cómo agradecer a Dios por nuestra salvación
¡Que Dios les bendiga, hermanos! Estamos en Juan 17:19 donde el Señor Cristo Jesús dice que se santifica a sí mismo por amor por sus discípulos. ¿Cómo respondemos a esta santificación? Ya vimos algunas respuestas en Hebreos capítulo 10; pero ahora queremos ver otra respuesta a la santificación explicada en Efesios 5:1-5. En Efesios 5:1, el apóstol Pablo dice: "Sed" - o nosotros diríamos "sean" - "Sean, pues, imitadores de Dios como hijos amados." Es decir, en respuesta al amor que Dios nos ha manifestado por nuestra adopción a su familia, debemos imitar a nuestro Padre celestial. ¿Cómo lo vamos a imitar? Versículo 2 dice: "Andad en amor como Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante." Note la referencia a la muerte de Jesucristo en la cruz pero por el vocabulario del Antiguo Testamento de un sacrificio aceptado y agradable a Dios. ¿Cómo vamos a imitar al Padre y el amor sacrificial del Señor Cristo Jesús? Versículo 3 nos dice: "Pero fornicación" - es decir, todas las prácticas sexuales fuera del matrimonio - "Pero fornicación y toda inmundicia" - es decir, cualquiera actividad no aceptable por Dios - "o avaricia" - es decir, la devoción a las cosas materiales - "Pero fornicación y toda inmundicia o avaricia ni aun se nombre entre ustedes, como conviene a santos." Fíjese que en la última palabra del versículo, Pablo nos llama "santos", o "santificados". Como Cristo nos ha santificado, de acuerdo con Juan 17:19, vamos a evitar por completo la fornicación, la inmundicia y la avaricia. Versículo 4 continúa a poner en lista las cosas que evitaremos: "Ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías que no convienen"... Entonces, vamos a decir la verdad, no mentiras; vamos a evitar boberías y acciones que menosprecian o engañan a los otros para dar risa. En cambio, versículo 4 continúa: "Sino antes bien acciones de gracias." Nuestras acciones y pláticas reflejarán el agradecimiento a Dios por el sacrificio de su Hijo para nuestra santificación. Versículo 5: "Porque saben esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios." Nuestras acciones y pláticas en agradecimiento por la santidad van a demostrar que pertenecemos al reino de Dios, aunque este mundo esté entregado al pecado sexual, a la avaricia y a las truhanerías. Por la santificación que tenemos en el Señor Cristo Jesús y en reconocimiento de su amor, miramos con anticipación la llegada de su reino en su segunda venida, su reino donde viviremos sin fornicación, sin avaricia y sin truhanerías. Vivimos sin esas cosas, en agradecimiento por la santidad que tenemos por Cristo y que disfrutaremos en su plenitud en su Segunda Venida. Así demostramos nuestro aprecio por lo que Jesucristo pidió en Juan 17:19: "Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad."