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CAMINANDO EN SU PALABRA
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Juan 17:22 y 1 Juan 1:2-3 - El anuncio de la gloria que une

​          ¡Que Dios les bendiga, hermanos!  En Juan 17:22, Jesús dice: “La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.”  Vimos la conexión entre esta gloria descrita en Juan 17:22 y la gloria de todo lo relacionado con el Señor Jesucristo en 1 Juan 1:1.  Hoy entramos en 1 Juan 1:2-3, que dice: “Porque la vida (en referencia directa al Señor Jesucristo) fue manifestada, y la hemos visto.”  Juan y los otros apóstoles son marcados y caracterizados permanentemente por esta manifestación de la vida, del Señor Jesucristo: “la hemos visto.”  Pero note que el propósito de estas grandes experiencias descritas en versículo 1 no es una contemplación individual y privilegiada de la gloria.  Estas experiencias no sirvieron para que se encerraran los apóstoles para meditar a solas en la gloria de Dios, agradecidos cada uno entre sí por este privilegio.  Sino que Juan continúa el versículo por decir: “Y testificamos” – ¡Tenían que anunciar a los otros lo que habían experimentado!  Como si estuvieron en la corte delante de un juez, con ganas y urgencia dan testimonio de lo que oyeron, de lo que vieron con sus ojos, de lo que examinaron, de lo que palparon con sus manos…  Pero no sólo testifican; sino que “Les anunciamos” – fueron autorizados y mandados por el Señor Jesucristo para declarar en voz alta estas verdades que estamos leyendo, poniéndonos a nosotros los oyentes bajo la obligación de responder, y de responder apropiadamente, a estas verdades, porque como dice: “les anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó.”  Y note que este anuncio autoritativo es una gran invitación: “Lo que hemos visto y oído, eso les anunciamos, para que también ustedes tengan comunión con nosotros.”  Este anuncio no intenta excluirnos, sino recibirnos, para que andemos en unidad no sólo con los otros discípulos de Jesús, sino como dice el resto del versículo: “Y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.”  Este privilegio dado a los discípulos originales es extendido a nosotros también para que escuchemos la palabra de vida con fe y andemos en unidad con el Padre, el Hijo, y con todos los discípulos de Jesús, precisamente como Jesucristo pidió en Juan 17:22.  ¿Cómo responderá a esta invitación?  ¿Pondrá su fe en lo que los apóstoles han declarado sobre nuestro Señor Jesucristo?  ¿Vive en obediencia a lo que mandaron?  ¿Aprecia el tiempo de comunión con el Padre, el Hijo, y los otros discípulos del Señor Jesucristo?  ¿Anuncia esta palabra autoritativa a los otros?  ¿Qué hará hoy en respuesta a esta palabra de la gloria del evangelio del Señor Jesucristo?
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